Celdas de castigo.
Siguiendo por el claustro, dirección sur, (después de la – moderna – escalera de emergencia) un pequeño local, hay dos habitáculos de gruesas paredes comunicados entre sí por un vano rasgado y estrecho. Algunos quieren ver en ellos las cárceles. Es cierto que en los monasterios se utilizaron y, de hecho, en el Capítulo General del Cister de 1206 se permitió a las abadías su construcción. Hubo, alguna vez, rebeliones de monjes o conversos que las hicieron necesarias. No podemos asegurar que estos cuartos cumplieran aquí este fin, de modo que otros piensan que se utilizaron para conversaciones privadas entre monjes y seglares que acudieran de visita.