Nació en Licata (Agrigento), de la noble familia de los príncipes de Lampedusa, el 12 de septiembre de 1649. Desde la niñez se inclinó naturalmente a las cosas de la Iglesia, sobre todo a la sagrada liturgia. Con la aprobación de su ilustre familia profesó solemnemente en los Clérigos Regulares de San Cayetano, en Palermo, el 25 de marzo de 1666. Ordenado sacerdote el año 1673, vivió intachablemente investigando las fuentes y documentos de la más antigua liturgia romana. Publicó muchos libros de esta materia, por lo que se le llamó «Príncipe de la Liturgia Romana»; teniendo en mente, sobre todo, este objetivo Guiar a los fieles cristianos a la mejor comprensión de las celebraciones sagradas.
Se adelantó a su tiempo y propuso no pocas de las innovaciones sancionadas más tarde por el Concilio Vaticano II, en materia litúrgica.
Clemente XI le creó por obediencia, Cardenal de la Santa Romana Iglesia con el título de San Silvestre y San Martín «in Montibus». Se ocupó intensamente en promover el culto divino, el decoro de la casa de Dios y la catequesis de los niños.
Murió en Roma el 1 de enero de 1713. Lo beatificó el Papa Pío VII el año 1803, y lo canonizó el Papa Juan Pablo II el 12 de octubre de 1986.
Las reliquias de su cuerpo se veneran en la iglesia de San Andrés Apóstol del Valle, en Roma. Su fiesta se celebra el día 3 de enero.